El Cártel de Sinaloa Quiere Crear un 'Pequeño L.A.' en Culiacán
Después de la extradición de El Chapo a Estados Unidos en 2017, Iván Archivaldo reunió a un grupo de cinco o seis hombres en los que "tenía toda su confianza" para actuar como "padrinos" de un nuevo m
Culiacán, SINALOA — Alguien que camine por la ciudad mexicana de Culiacán, la capital del estado de Sinaloa y territorio de origen del cártel del mismo nombre, podría perdonarse por pensar que la marihuana ha sido legalizada.
Hace diez años, la marihuana aún se vendía en callejones oscuros o era entregada por traficantes sospechosos en autos viejos, pero Culiacán ahora tiene casi tantos dispensarios de marihuana como Los Ángeles, aunque una onza de marihuana todavía podría llevarte a la cárcel en México.
Desde que los estados de EE. UU. comenzaron a legalizar la marihuana —lo que provocó un declive en la marihuana mexicana contrabandeada hacia el norte— los miembros del Cártel de Sinaloa han estado buscando formas de adaptarse y recuperar el negocio que ayudó a sus predecesores a construir operaciones que abarcan el mundo.
La clave de su nuevo negocio, según operativos del Cártel de Sinaloa que hablaron con Saga, es el marketing.
"No queremos ser asociados con el traficante de drogas sospechoso que vende marihuana en las calles o por la ventana. Mira a los gringos, ellos están vendiendo este mismo producto en sus hermosas tiendas. Eso es lo que queremos para la organización", describió un miembro del Cártel de Sinaloa, a quien muchos llaman "padrino" y quien está a cargo de financiar la nueva industria de la marihuana, a Saga.
La organización —un término que los miembros prefieren en lugar de "cártel"— reestructuró su negocio de marihuana y comenzó una fase de ensayo y error en Culiacán bajo la dirección de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, uno de los hijos de Guzmán con su primera esposa, según el "padrino".
Iván y sus hermanos —conocidos como "Los Chapitos" y miembros de un grupo más grande de herederos jóvenes de cárteles conocidos como "narcojuniors"— han hecho de Culiacán su bastión y punto focal de sus esfuerzos para expandirse en el negocio de la marihuana.
"Los juniors pusieron mucho dinero en esto, pero más que dinero, fueron extremadamente cautelosos con las personas en las que confiaban", dijo el padrino.
Después de la extradición de El Chapo a Estados Unidos en 2017, Iván Archivaldo reunió a un grupo de cinco o seis hombres en los que "tenía toda su confianza" para actuar como "padrinos" de un nuevo modelo de negocio de la marihuana.