Dentro del Infierno del Tráfico de Niños en México
Viajé a Puerto Vallarta para tener un encuentro cara a cara con este oscuro negocio.
PUERTO VALLARTA, México.— El parque Lázaro Cárdenas, justo al lado de la playa en Puerto Vallarta, cambia por completo su aspecto por la noche. Durante el día el parque es alegre, lleno de turistas tomando fotos de los azulejos, corriendo de ida y vuelta desde la playa. Pero por la noche está casi vacío, solo algunos niños vendiendo dulces y artesanías.
Una vez símbolo de las encadenaciones de Puerto Vallarta, los artistas, los turistas y las familias llenaban este lugar. Pero hoy, todos aquí saben que el parque Lázaro Cárdenas es un símbolo de algo muy diferente: el epicentro del próspero negocio del tráfico de niños.
Es Semana Santa. La Pascua acaba de comenzar y miles de turistas de todo el mundo llegan aquí para pasar un buen rato. La comida, la cerveza y la felicidad flotan por la ciudad, especialmente en el centro y en la playa. Este es el mejor momento para los dueños de negocios locales. Todos están listos para ganar dinero. Incluyendo a algunas familias empobrecidas del sur de México que llegan a Puerto Vallarta para tratar de vender a sus propios hijos.
"Muchas de las personas que ofrecen los servicios sexuales de un niño son sus propios padres. Familias del sur de México que no están educadas, muy ignorantes y no ven nada malo en ofrecer a sus hijos como servicio", dijo Marisol Madero, criminóloga y directora de la Red Nacional de Prevención, una ONG que lucha por la protección de los niños en México.
Madero camina a mi lado en el parque Lázaro Cárdenas. Cuando habla de trata de niños o explotación sexual infantil, no baja la voz. Quiere ser escuchada por locales y turistas.
"Ese es un primer paso muy importante, deshacernos del tabú de hablar sobre este tema. Si lo ocultamos, si no hablamos de ello y reconocemos el problema, ¿cómo vamos a abordarlo?", pregunta.
Le pregunto si tiene miedo. Al final, este es un negocio lucrativo que involucra a carteles, políticos y empresarios poderosos.
"He hecho mi parte. No puedo decir que fue una amenaza directa, pero me hicieron saber que no estoy fuera del alcance de los criminales y que pueden matarme si quieren", dice.
Moreno fue secuestrada hace un par de años cuando regresaba a casa. Una camioneta SUV cortó su camino y, usando rifles y ametralladoras, la sacaron de su coche y la metieron en la SUV. La llevaron a las afueras de la ciudad donde fue golpeada severamente y abandonada. Esa noche volvió a casa con todas sus pertenencias, no fue robada. Fue advertida.